La eficiencia y longevidad de los camiones pesados, ligeros y buses dependen en gran medida del mantenimiento adecuado de sus sistemas internos, siendo el sistema de transmisión uno de los más importantes. Un componente esencial en este sistema es el líquido de transmisión del camión, un fluido no solo lubrica las partes móviles, sino que también proporciona la presión hidráulica necesaria para el funcionamiento eficiente de la transmisión.
¿Qué es el líquido de transmisión del camión?
El líquido de transmisión juega un papel vital en el rendimiento de la transmisión, ya sea automática o manual. En las transmisiones automáticas, este fluido realiza múltiples funciones, incluyendo la lubricación de las partes móviles, la provisión de presión hidráulica y fricción necesarias para el funcionamiento interno, y ayuda a mantener la transmisión enfriada.
El propósito principal del líquido de transmisión es facilitar el cambio suave de marchas, protegiendo así las piezas internas de la transmisión del desgaste. Para los camiones pesados, ligeros y buses, que a menudo enfrentan condiciones de conducción más exigentes, el papel de este fluido es aún más crítico.
Además de lubricar, el fluido de transmisión reduce la fricción entre los componentes móviles, disipa el calor y ayuda a prevenir la oxidación y la corrosión dentro de la transmisión.
Tipos de líquidos de transmisión en camiones y buses
Dependiendo del tipo de transmisión, ya sea automática o manual, existen dos categorías específicas de líquidos de transmisión, cada uno formulado para satisfacer las necesidades particulares de estos sistemas.
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MTF: Fluido de Transmisión Manual
Los fluidos de transmisión manual (MTF) presentan una alta viscosidad, es decir, una consistencia más «espesa». Este aspecto es crucial porque la mayoría de las transmisiones manuales dependen de la acción de salpicadura para la lubricación, en contraste con las transmisiones automáticas que utilizan bombas para distribuir el aceite.
Un MTF de alta viscosidad asegura que todo el sistema esté adecuadamente lubricado, evitando así la operación ineficiente. Los aditivos de presión extrema en los MTF son esenciales para manejar las condiciones internas de las transmisiones manuales, protegiendo contra el desgaste los engranajes cónicos hipoidales y los componentes fabricados con metales amarillos, como el cobre y el latón.
ATF: Fluido de Transmisión Automática
Los ATF, por otro lado, son específicos para las transmisiones automáticas y se adaptan a varios tipos. Además de lubricar, los ATF desempeñan múltiples funciones gracias a sus aditivos, como la refrigeración de la transmisión, la limpieza y protección contra el desgaste de las superficies metálicas, el acondicionamiento de las juntas, y el soporte para una amplia gama de velocidades y temperaturas de operación.
La coloración distintiva de los ATF (roja o verde) facilita su diferenciación de otros fluidos vehiculares.
El líquido de transmisión es un elemento fundamental para la salud y eficiencia de las transmisiones en camiones pesados, ligeros y buses. Entender la diferencia entre los fluidos de transmisión manual (MTF) y automática (ATF), así como sus aplicaciones y requisitos específicos, es crucial para cualquier propietario o operador de estos vehículos. En ese sentido, asegurar el uso del líquido correcto no solo facilita el cambio de marchas y protege los componentes internos, sino que también extiende la vida útil de la transmisión.